Resulta que estaba caminando por la calle florida buscando regalos para mi familia cuando sin darme cuenta llegue a la intersección fatídica - Florida y Tucumán. Es fatídica para mi, no para el resto de los mortales, claro esta. El problema es que de ambas manos, a escasos metros de la esquina, se encuentran las 2 librerías que más frecuento, Cúspide y El Ateneo. Es todo un desafío para mi pasar por ahí porque rara vez no sucumbo a la tentación de "entrar a ver que hay" para salir endeudado y con 2 libritos bajo el brazo. Ya intente pasar caminando rápido, bien por el medio de la calle y mirando para abajo pero tratándose de una de las calles mas concurridas de BsAs - y en medio del frenesí navideño - me resulto mas catastrófico todavía.
Ya caído en la tentación, y el aire acondicionado, le pregunte a una chica de Cúspide por un libro de Ryu Murakami del cual había leído una reseña y me pareció interesante leer. Aparentemente, a la chica, del libro ni había escuchado hablar, ni le sonaba familiar, ni lo recordaba...por no decir que no tenía la más puta idea. Casualmente, un muchacho peladito que pasaba por ahí le comento a la chica que el libro podría llegar a estar en "compactos". Inmediatamente pensé que este muchacho trabajaba ahí pero resulto todo lo contrario. El libro al final estaba agotado pero este muchacho, con la mejor onda, me indico donde podría llegar a ubicarlo. De pasada me tiro info sobre la serie de editorial Madrid, que yo pensaba agotada ya que mi "provider" del Parque Rivadavia hace rato que no los ofrece.
Salí al calor y humedad de la calle Florida en búsqueda de un galería "sin nombre", "por Córdoba", "acá cerquita", "doblando y para abajo". Me metí de cabeza en el primer hueco que encontré sobre Córdoba, que no tuviera nombre, con "pinta" de galería, doble y baje. A comparación de las calles cercanas, la galería parecía abandonada, no había una sola alma y los únicos que daban señales de vida eran los vendedores de las varias seudo-librerías, mas bien venta de antigüedades y usados, que colgaban de los marcos de las puertas como arañas esperando sus presas.
La presa fui yo, aunque bien me hubiera sacrificado por lo que obtuve. En el primer lugar que visite me espera este señor, que se llama Hernán, rodeado de libros de pies a cabeza en un cuadradito de 2x2. Le comente que estaba buscando un libro de Ryu Murakami y me dijo que no lo tenía pero que se iba a fijar. Mientras revolvía en sus estanterías iba dejando sobre el escritorio libros y libros de la serie de editorial Madrid, entre otras rarezas. Mientras tanto, yo lo esperaba con una sonrisa idiota de oreja a oreja. Al final, ese libro no lo tenia pero prometió conseguírmelo - me dio su tarjeta y yo le di la mía - después de una charla muy amena sobre literatura japonesa salí de la galería cargando, no uno, ni dos, ni tres, sino 7 libros para mi colección Japonesa.
Mientras retornaba a la búsqueda original - los regalos para mi familia - me quede pensando como es que sobreviven los que venden libros como Hernán. "Que tarado!!", yo hice la pregunta y yo soy la respuesta. Las librerías "de la superficie" venden los libros de moda y las nuevas ediciones en pequeñas cantidades, las librerías como la de Hernán, esperan a ser descubiertas por gente como yo, que les compran 7 o 15 libros de una sola vez (por falta de efectivo y exceso de extracciones por debito, que sino me llevaba media estantería) .
Lo de Hernán es como el cocodrilo, come una vez cada tanto - una vaquita, una cebrita - y después se tira al sol a esperar.
See you later alligator!!.
Que compre?
- "La Carta de Sagawa" - Juro Kara
- "Mon" (La Puerta) - Soseki Natsume
- "El Gato" - Soseki Natsume
- "Las Hermanas Makyoka" - Junichiro Tanizaki
- "Confesiones de una mascara" - Yukio Mishina
- "Hay quien prefiere las ortigas" - Junichiro Tanizaki
- "La Llave" - Junichiro Tanizaki
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