Tambien es dificil mantener la distancia con los animalitos, ya que prefieren la comida chatarra y facil. En lugar de cazar su comida se dedican a asaltar botes de basura, turistas desprevenidos y cualquier cosa que parezca apetitosa. De hecho, los guardaparques les han hechos varios estudios y descubrieron que tienen caries y colesterol alto de tantas papas fritas, chizitos y caramelos que comen, sin contar con un pequeño sobrepeso.
Agua que cae vista desde un bote.
Terminado el recorrido, me fui al puerto donde se me subi a una embarcacion ("botecito de goma con motores super enormes") que, despues de un recorrido por el rio Iguazu, me llevo hasta algunas de las cataratas. Lo mejor del viaje llega a lo ultimo cuando el bote pasa, literalmente, por devajo de unas de las cataratas. Es como pegarse una ducha con una manguera a presion, en 2 segundos uno termina totalmente pasado por agua y en esos segundos que uno esta debajo de la catarata no se escucha nada mas que el ruido de toneladas de agua cayendo sobre el botecito. Una experiencia inolvidable.
Despues de la ducha, me fui a seguir mi recorrido por las cataratas. Varios minutos de caminata mas tarde, con un calor terrible, llegue a un pequeño barcito, ubicado estrategicamente entre el fin y comiezo de los distintos senderos. Ahi comi algo, aunque mas que hambre lo que me estaba matando era la sed. Segui camino, sin antes dejarles una migajas de pan a 2 pajaritos negros, con algunas plumas de color azul, que se habian parado a centimetros de donde estaba yo comiendo mientras miraban con mucho interes el pan de mi sandwich.
Otro de los animalejos que se hicieron presentes al banquete de migajas fue el lagarto overo, que paso como si nada por debajo de la mesa y siguio camino hacia unos matorrales. Tenia la piel del lomo brillante, nuevita, ya que en esta epoca estan cambiandola. Le quedo la cola gris, en proceso de cambio.
A la vuelta, ya cansado de tanto calor y sol opte por la forma mas comoda de trasladarse de estacion en estacion y me tome el trencito que, a paso de hombre, me llevo hasta la salida...despues de media hora mientras miraba como la gente que iba caminando al lado del tren se alejaba cada vez mas.
Lo mejor de todo el parque, lejos, es la garganta del diablo. Es imposible describir la cantidad de agua que cae, el ruido y la fuerza que se puede ver a metros de distancia. Les recomiendo que vean el video que deje en multiply, aunque ni se compara con la experiencia de estar ahi.
De regreso al hostel, y despues de recuperar fuerzas con una corona con limon en la pileta, cene y precencie una clase de axe brasilero en manos del seudo barman del hostel. Los que se animaron fueron los colombianos, que despues de tanto axe, le dieron a todos una clase de merengue y salsa.
Continuara....
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